Madera FSC certificada
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Madera FSC: ¿qué es y por qué deberías optar por ella en tu proyecto?

Madera FSC certificada

El 16 de febrero pasado tuvo lugar en Madrid la tercera edición de «En madera, otra forma de construir». En este evento se reunieron funcionarios, representantes empresariales y profesionales de la arquitectura para dialogar sobre «el material constructivo sostenible del siglo XXI»: la madera FSC.

Al evento estaban convocadas María Jesús Rodríguez de Sancho, directora general de Biodiversidad, Bosques y Desertificación del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y María Teresa Verdú, directora general de Agenda Urbana y Arquitectura del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana.

Pero ¿qué es la madera FSC?, ¿por qué cargos políticos de tan alto nivel participan en su promoción?

En este artículo, te proporcionaremos una explicación detallada sobre su definición, características distintivas y las razones por las que está ganando cada vez más popularidad, así como por qué deberías considerarla para tu proyecto o negocio.

¿Qué es la madera FSC?

La madera FSC es aquella producida de forma legal, sostenible y ética, y que ha recibido una certificación por cumplir con los exigentes principios del Consejo de Administración Forestal (FSC, por sus siglas en inglés), una organización internacional que audita la responsabilidad ambiental y social de las explotaciones forestales.

El estándar de madera FSC se fundamenta en la protección de los bosques y su biodiversidad, la participación de las comunidades en la gestión y la viabilidad económica de las operaciones, sin comprometer los recursos naturales para las generaciones futuras.

La certificación va dirigida a propietarios y administradores de bosques, así como a empresas que participan en el procesamiento, transformación y distribución de la madera y derivados, que son evaluados de forma voluntaria por terceras partes de acuerdo a pautas objetivas y verificables.

Otro concepto interesante es el de madera controlada, aquella que, sin cumplir con todos los criterios del FSC, proviene de fuentes aceptables y de bajo riesgo. Esto excluye la madera obtenida de forma ilegal o que puede llevar a la violación de los derechos de las personas, entre otros aspectos.

Un ejemplo de la rigurosidad que impone el FSC es que ninguna madera asociada con un conflicto bélico puede ser comercializada con certificado FSC o con la denominación de madera controlada, porque un conflicto armado contraviene los principios éticos bajo los que rige la organización.

Los 10 principios de la madera FSC

Troncos de madera FSC

A nivel internacional, el FSC requiere que las empresas que aspiren a la certificación demuestren el cumplimiento de 10 principios que luego derivan en una extensa lista de criterios.

En términos generales, la madera FSC debe ser producida siguiendo estos fundamentos:

  • Ajustarse a la legalidad: las empresas deben cumplir con todas las leyes nacionales e internacionales, así como los acuerdos y convenciones sectoriales relacionados con la producción y comercialización de madera.
  • Garantizar los derechos laborales: los empleados involucrados en la producción deben disfrutar de todos sus derechos establecidos por las leyes nacionales e internacionales, así como por los convenios sectoriales y de empresa.
  • Asegurar los derechos de comunidades indígenas: se exige el respeto a los derechos legales y consuetudinarios de las poblaciones indígenas, lo que incluye alcanzar acuerdos libres e informados con estas comunidades para que se puedan desarrollar las actividades productivas con su consentimiento.
  • Fortalecer a las comunidades locales: el FSC pide respaldar los derechos e intereses de las comunidades locales relacionadas con la explotación, proporcionando oportunidades de empleo, habilitando mecanismos de comunicación eficientes, y respetando los derechos de acceso y disfrute de los recursos naturales.
  • Beneficiar a las actividades productivas del bosque: se debe fomentar la sostenibilidad en los ámbitos ecológico, económico y social de las actividades, dando preferencia al empleo de servicios y productos locales. En otras palabras, cualquier necesidad de externalización debe ser abordada priorizando soluciones locales.
  • Reconocer los impactos ambientales: las empresas deben identificar los valores ambientales del bosque y evaluar los riesgos de sus actividades, estableciendo medidas de conservación y vigilando los efectos negativos.
  • Planificar y documentar la gestión: se debe generar un plan estratégico y documentarlo. Este necesita incluir políticas y objetivos, así como describir la dimensión, intensidad y riesgo de las operaciones forestales. Este plan, además, tendrá que adaptarse a cualquier hallazgo que surja durante el desarrollo de la actividad.
  • Monitorizar permanentemente: se requiere vigilar los objetivos del plan de gestión, los efectos de la actividad y la conservación de la biodiversidad. Adicionalmente, los resultados de este ejercicio de monitoreo deben hacerse públicos y accesibles.
  • Sostener los Altos Valores de Conservación (ACV): la empresa deberá emprender acciones preventivas para proteger aspectos de excepcional importancia y que están divididos en varias categorías: especies, paisajes, servicios del ecosistema, necesidades comunitarias y valores culturales. Por ejemplo, si una parte del bosque posee un significado relevante a nivel cultural y social, esta área debe ser protegida.
  • Regeneración de la cubierta forestal: después de la fase de explotación y tala, se debe ejecutar una gestión de recuperación que se caracterice por emplear especies bien adaptadas al sitio, tratamientos selvícolas apropiados, evitar el uso de fertilizantes, eliminar los materiales de desecho, etc.

Tipos de certificados FSC

Existen dos tipos de certificaciones FSC: Gestión Forestal y Cadena de Custodia.

El certificado de Gestión Forestal está dirigido específicamente a propietarios de montes de diferentes tamaños, quienes se someten voluntariamente a auditorías para verificar la conformidad con los principios establecidos por el FSC.

Es importante señalar que el FSC no emite directamente los certificados ni realiza auditorías; en su lugar, se apoya en una red de entidades autorizadas, que los propietarios deben contactar y pueden encontrar en un listado proporcionado por el FSC.

La Certificación de Gestión Forestal beneficia al propietario de dos maneras:

  • Oportunidades de negocio: la industria maderera española está cada vez más comprometida con el sello de calidad FSC. Obtener esta certificación significa acceder a un mercado en crecimiento para la comercialización de productos forestales. Por otro lado, la falta de certificación puede ocasionar pérdida de oportunidades económicas, ya que las empresas transformadoras de madera que se adhieren al FSC no aceptarán madera no certificada.
  • Valor añadido: las empresas que se certifican optimizan y mejoran sus operaciones en general debido a las estrictas exigencias documentales y legales. La preparación para la auditoría y el establecimiento de mecanismos de monitorización permiten comprender mejor las operaciones diarias y generar una dinámica positiva en la empresa.

Por otra parte, la Certificación de Cadena de Custodia se centra en garantizar la trazabilidad de los productos.

Dado que una pieza de madera puede pasar por diversas etapas en la cadena de suministro, incluyendo procesos de transformación, distribución y comercialización, el FSC requiere que estas empresas verifiquen el origen de la madera.

En términos simples, la Certificación de Cadena de Custodia permite que una empresa que vende productos de madera pueda etiquetar dichos productos con el sello FSC, siempre y cuando demuestre que la madera proviene de un bosque avalado.

Cada vez que la propiedad de la madera cambia de manos, el nuevo propietario debe obtener su propia certificación como parte de la cadena de custodia.

Los requisitos para obtener la Certificación de Cadena de Custodia están más orientados a temas administrativos y de gerencia:

  • Documentar: deben registrarse todas las etapas relacionadas con la adquisición, transformación y comercialización de productos FSC.
  • Segregar: la empresa debe identificar las piezas certificadas, asegurándose de mantenerlas separadas de las no certificadas y evitando su mezcla durante los procesos de producción.

Además de estos principios fundamentales de gestión específicos de la cadena de custodia, también se debe cumplir con los requisitos laborales básicos, que incluyen la prohibición del trabajo forzado y la discriminación.

El dato: la adopción de la certificación FSC experimentó un aumento del 39% en España durante el año 2022 con respecto al año previo. Para finales de enero de 2023, esta certificación cubría un total de 613.768 hectáreas en el país.

Bosque con certificado FSC de Gestión Forestal

Razones para elegir madera FSC

Fabricantes y clientes tienen muchas razones para elegir productos hechos con madera certificada FSC. Todas estas razones están relacionadas con el deseo de actuar de manera ética y responsable al producir o consumir.

La madera FSC garantiza la preservación de los bosques para las generaciones futuras y contribuye a la conservación de la biodiversidad.

Además, es un material seguro que, cuando se trata adecuadamente, reduce el riesgo de incendios. Su versatilidad también permite su aplicación en una amplia variedad de proyectos.

Especialmente los arquitectos y diseñadores se benefician de escoger madera FSC, y esto es porque es reconocida por sellos de sostenibilidad en construcción como BREEAM y LEED.

Es decir, aplicar madera certificada en una obra contribuye a que esta pueda recibir un sello de sostenibilidad, lo cual incrementa su valor y el prestigio del estudio de arquitectura detrás de la misma.

¿Buscas un proveedor acreditado?

En Savia, trabajamos con madera FSC con el Certificado de Cadena de Custodia (FSC-C041397), obtenida de bosques gallegos gestionados de manera totalmente responsable y sostenible. Galicia es, según el FSC, la región con un mayor número de hectáreas acreditadas (191 454 hasta febrero de 2023).

Nos especializamos en la producción de lamas de madera para fachadas y tarimas, empleando principalmente madera de pino, a la cual aplicamos un termotratado para hacerla totalmente óptima para su uso en exteriores, conservando sus encantos naturales y sin incluir ningún tipo de químico.

Emplear madera FSC con termotratamiento en fachadas contribuye también a aumentar la eficiencia energética de los edificios, gracias a su mejorado aislamiento térmico.

Si quieres que nuestros especialistas valoren tu proyecto y te recomienden los mejores productos para el mismo, no dudes en contactarnos a través de nuestro correo electrónico holasavia@savia.gal o utilizando nuestro formulario.

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