En la actualidad, hay un consenso en torno a la creciente preocupación por la eficiencia energética. Autoridades públicas, miembros de la comunidad científica, ecologistas y particulares exhiben inquietud tanto por el aumento del coste de la energía como por el impacto ambiental de su consumo.
Es importante investigar y conocer las medidas que se pueden tomar para reducir el gasto de energía en nuestros hogares sin sacrificar, en la medida de lo posible, el confort y el bienestar.
En este sentido, presentamos el siguiente artículo que explica qué es la eficiencia energética, cómo se puede alcanzar y también cómo el uso de la madera puede contribuir a lograrla.
Todos sabemos que nuestra vida doméstica genera un consumo de energía, bien sea para climatizar las estancias de nuestra vivienda, o para iluminar, entre otras actividades.
La eficiencia energética es la disminución de ese gasto de energía sin afectar ni reducir el confort y la calidad de vida de los habitantes de la vivienda, es decir, manteniendo el funcionamiento ordinario del inmueble.
Debe considerarse como un trabajo de optimización del consumo energético, especialmente en lo referente a calefacción, refrigeración, ventilación e iluminación.
Mientras menos energía gasta una vivienda, en condiciones normales de funcionamiento y ocupación, más eficiente es a nivel energético. Esto es fácil de comprender. Sin embargo, llevar esto a la práctica es, por un lado, un esfuerzo económico por parte de los propietarios de inmuebles y edificios y, por otro, implica que los desarrolladores y proyectistas de nuevos edificios hagan su trabajo de diseño teniendo en mente las variables de consumo energético.
En la actualidad, más del 80% del parque de viviendas en España es considerado energéticamente ineficiente, según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, adscrito al Ministerio para la Transición Ecológica. Estos datos los apoya el Green Building Council España, que ha explicado que la mitad de los edificios en España fueron construidos antes de que existiera alguna normativa al respecto.
El dato: Los edificios causan el 40% del consumo energético y el 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero, según el Consejo de la Unión Europea. Intervenir en el sector de la construcción impulsando materiales que incrementen la eficiencia energética será prioritario para mitigar el cambio climático.
En edificios de uso residencial, los factores que más contribuyen a la demanda energética son la calefacción (42%), los electrodomésticos (27%), el agua caliente sanitaria (18%), la cocina (7%), la iluminación (5%) y el aire acondicionado (1%), según una guía práctica editada por el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España.
Las soluciones para optimizar el consumo energético pasan, por supuesto, por mitigar esos factores que empujan la demanda. Algunas alternativas son las siguientes:
Aparte de las anteriormente mencionadas, existen otras recomendaciones para contribuir a la disminución del consumo de energía. Incluso, se habla de que la propia morfología urbana (altura de edificios, orientación de las manzanas, etc.) deberá plantearse con esto en mente.
Si tenemos sensibilidad ecológica, seguramente deseamos colaborar con el compromiso de que España incremente la eficiencia energética de su parque de edificios, algo que también se está trabajando en el conjunto de la Unión Europea.
Sin embargo, invertir en reformar una vivienda para que consuma menos energía presenta ventajas prácticas que pueden ser interesantes desde otros puntos de vista. Entre esos beneficios, podemos mencionar los siguientes:
Como se puede apreciar, invertir en mejorar el consumo energético tiene múltiples beneficios, además de ser en sí mismo una acción loable, pero ¿cómo se certifica esa mejora del consumo eléctrico?. Lo explicamos con detenimiento en la siguiente sección.
Un certificado de eficiencia energética (CEE) es simplemente un documento técnico y oficial que describe las características energéticas de un edificio, lo califica según esas características y, por último, recomienda mejoras viables que pueden ayudar a optimizar el consumo energético.
¿Quién emite un CEE? Un técnico competente con titulación académica que le habilite legalmente para redactar proyectos para obras y edificaciones, o para dirigir la ejecución de obra. Arquitectos y distintos profesionales de la ingeniería son los encargados de redactar los certificados. El técnico se encarga de analizar y clasificar el inmueble según una escala determinada.
¿Cómo es la escala de clasificación energética? La escala ubica al inmueble inspeccionado en una de siete categorías, donde la categoría A representa el mayor nivel de eficiencia energética y la G, la menor eficiencia.
¿Cuánto cuesta un CEE? Tener el CEE puede llegar a costar entre 50 y 250 euros, según distintas fuentes consultadas. En este coste se incluye la tarifa del técnico, quien la puede determinar libremente, más la tasa administrativa que cobra cada comunidad autónoma para registrar la documentación. Lo cierto es que lo que cueste el certificado estará condicionado por la localización del inmueble, su área y el uso (residencial o comercial).
¿Por cuánto tiempo es válido un CEE? Afortunadamente, una vez que se obtiene un certificado, éste será válido por 10 años, salvo que la inspección determine que el edificio pertenece a la categoría menos eficiente (G) y que el CEE haya sido registrado después del 03-06-21. En este último caso, se reduce la validez del CEE a 5 años (Real Decreto 390/2021).
La madera es un material noble que tiene múltiples usos, desde la producción de artículos de altísima demanda, como papel y cajas, hasta piezas duraderas y resistentes para la construcción.
A menudo se desconoce, sin embargo, que la madera es considerada uno de los materiales más respetuosos con el medioambiente si se usa para edificar viviendas, debido a que es renovable y posee una huella de carbono negativa.
Utilizar madera en una construcción reduce sensiblemente la contaminación en todas las fases del proyecto: desde la producción de la madera, pasando por la ejecución de la obra, hasta el uso del edificio y el eventual reciclaje de las piezas implementadas.
Además, la madera genera beneficios pasivos a las viviendas en la parte de la energía debido a su excelente capacidad de aislamiento térmico.
Una imagen que se ha popularizado es la de la cabaña de madera en lugares invernales, con picos cubiertos de nieve y un clima gélido. Esta referencia tan conocida tiene una razón de ser: la baja conductividad térmica de la madera o, dicho de otra forma, su excelente capacidad aislante.
Explicado de manera sencilla, una vivienda con paredes de madera es más efectiva al impedir que el calor exterior penetre en épocas cálidas y que el calor del interior se escape en épocas de frío.
Pero ¿puede la madera mejorar la eficiencia energética de un edificio? La respuesta es sí. Un ejemplo es la estación de servicio ubicada en A Ramallosa, A Coruña, la cual incluyó abundante madera tanto en su estructura como en su revestimiento, y aplicó además otras medidas de ahorro energético, gracias a lo cual recibió la clasificación energética más alta (A).
Al comparar con otros materiales, la capacidad aislante de la madera es sobresaliente. Por ejemplo, un muro de madera es cuatro veces más eficiente que uno de ladrillo de igual grosor, según documentación publicada por el Gobierno de Navarra.
En el mercado hay otros materiales que tienen una excelente capacidad aislante, como la espuma de poliuretano, que es un material plástico. Sin embargo, la madera destaca por ser un material completamente natural, además de contar con belleza estética incomparable. Si se trata adecuadamente, puede alcanzar una resistencia de clase de uso 4, lo que la hace apropiada para exteriores, y tiene una vida útil garantizada de décadas.
Madera de pino termotratada: Recomendamos en Savia la madera de pino con termotratamiento para proyectos de fachada que deseen aprovechar la baja conductividad térmica de la madera. El proceso de termotratado mejora el aislamiento térmico hasta un 25%, para dejar la conductividad térmica (λ) en 0,10 – 0,13 W/m.k.
Existe hoy en día la posibilidad de acceder a ayudas para hacer reformas que apunten a reducir la demanda energética de edificios. Estas subvenciones forman parte de la dotación de 150.000 millones de euros recibidos por España dentro del programa de recuperación Next Generation EU, que impulsa la Unión Europea para relanzar la economía de los Estados miembros.
Propietarios y arrendatarios pueden aprovechar estas ayudas para mejorar sus viviendas y edificios. La cuantía a financiar es del 40% del coste de la obra con un límite máximo de 3000 euros por vivienda y mínimo de 1000 euros.
Pero ¿qué tipo de obras son subvencionables? El gobierno enfatiza que dará ayudas a actuaciones que impliquen una reducción de 7% de la demanda energética o una reducción de consumo de energía primaria no renovable de 30%.
Empresas y entidades públicas también están contempladas como destinatarias de estas ayudas financieras, por lo cual, esto representa una oportunidad para aquellas empresas que deseen participar en las licitaciones.
En Savia desarrollamos productos de madera para todo tipo de necesidades: desde fachadas y suelos hasta muebles para exterior, piezas de jardín y objetos decorativos.
Si planificas mejorar la eficiencia energética de tu inmueble y piensas en la madera como una alternativa para conseguirlo, no dudes en escribirnos a holasavia@savia.gal o acceder a nuestra sección de contacto en nuestra página web.
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