El coste de una vivienda para sus usuarios va mucho más allá del precio de compra o alquiler: la demanda energética será un factor crucial para entender el gasto al que deberá hacer frente el residente. En el ámbito de la arquitectura, el estándar Passivhaus ha ganado popularidad precisamente porque asegura un consumo energético casi nulo, gracias a su rigurosidad en diseño, cálculos y ejecución.
En un contexto en el que la Unión Europea establece que los edificios nuevos deberán ser neutrales en emisiones a partir de 2030, y en el que los usuarios revisan con mayor atención los certificados de eficiencia energética al momento de elegir una vivienda, el certificado Passivhaus se presenta como una ventaja destacable para cualquier estudio de arquitectura o diseñador. Esto es especialmente relevante cuando más del 80% del parque de viviendas en España es considerado ineficiente.
Si deseas conocer más a fondo qué es Passivhaus, sus características y las estrategias constructivas recomendadas, te invitamos a leer este artículo.
Una Passivhaus —o ‘casa pasiva’— es una vivienda diseñada con criterios técnicos definidos para lograr que el propio edificio regule de forma pasiva su temperatura interior. De ahí proviene su nombre: la arquitectura trabaja a favor del confort térmico sin depender de sistemas artificiales de climatización.
El estándar se basa en una envolvente térmica muy eficiente, un riguroso control de la hermeticidad y una ventilación mecánica con recuperación de calor, entre otros elementos que permiten mantener temperaturas interiores estables tanto en invierno como en verano.
Este modelo constructivo destaca por dos argumentos de peso: su sostenibilidad, al reducir de forma drástica el consumo energético, y su impacto económico positivo a medio plazo. El menor uso de calefacción —el principal gasto energético en los hogares españoles— se traduce en un ahorro directo para sus ocupantes.
El sistema Passivhaus no es el único que busca la regulación térmica pasiva de los inmuebles (también existe la arquitectura bioclimática, que comparte estos fines), pero sí es único en su afán de sistematizar y establecer criterios sumamente específicos para que un desarrollo pueda ser certificado como Passivhaus.
Foto de Energiehaus: La imagen muestra una exhibición de Energiehaus, estudio catalán orientado a las construcción Passivhaus. En este caso, se ha empleado madera Thermopine, producida por Savia, en el cerramiento de fachadas en el interior.
El Passivhaus Institut (PHI), con sede en Darmstadt, Alemania, es la entidad de referencia internacional para el estándar Passivhaus y una de las principales responsables de emitir certificaciones a nivel global. El instituto, fundado por el físico Wolfgang Feist, creador del concepto Passivhaus, se encarga de las especificaciones técnicas, herramientas y protocolos que definen este estándar.
En su sitio web, el instituto detalla los criterios específicos que debe cumplir una vivienda para poder considerarse Passivhaus y optar a la certificación correspondiente:
En resumen, se desprende de estas exigencias que una vivienda Passivhaus está diseñada para consumir muy poca energía, mantenerse agradable todo el año sin depender de sistemas de calefacción o refrigeración, y estar adecuadamente sellada para evitar pérdidas de aire. Todo esto se traduce en un hogar más eficiente, más cómodo y con un menor impacto ambiental.
En España existen, al menos, 344 proyectos bajo el estándar Passivhaus, según datos de la Plataforma de Edificación Passivhaus (PEP), una organización sin ánimo de lucro integrada por técnicos y profesionales del sector que impulsa una edificación orientada a la alta eficiencia energética.
La cifra, actualizada el 2 de junio de 2025, refleja un crecimiento sostenido del modelo Passivhaus en el país. En 2008, la misma entidad contabilizaba apenas 170 viviendas certificadas, lo que confirma una tendencia ascendente que ha ido consolidándose con el tiempo.
Además, la organización ha señalado que en España hay cerca de 400.000 m² construidos y certificados bajo este estándar, de los cuales 72.000 corresponden a viviendas unifamiliares y 328.000 a desarrollos plurifamiliares.
Es muy probable que el número real de edificios y viviendas construidos bajo criterios Passivhaus sea aún mayor, pero muchos proyectos no aparecen en los registros al no haber completado el proceso de certificación.
Una obra que aspire a convertirse en Passivhaus debe seguir una serie de recomendaciones durante su construcción.
Es fundamental prestar especial atención a la instalación de una envolvente con buen aislamiento, evitar los puentes térmicos, colocar ventanas de altas prestaciones que aprovechen la radiación solar, garantizar espacios estancos, e incluir un sistema de ventilación que permita recuperar el calor del aire interior.
A continuación, explicamos brevemente en qué consiste cada uno de estos aspectos.
La envolvente se presenta como la estrategia clave del estándar Passivhaus, al consistir en la instalación de una capa continua que proporciona un elevado nivel de aislamiento térmico.
Esta medida optimiza el rendimiento energético del edificio durante todo el año, ya que reduce drásticamente la pérdida de calor en invierno y limita el sobrecalentamiento en verano.
Entre los materiales más recomendables destaca la madera de conífera, considerablemente más aislante que el hormigón, según la guía del estándar Passivhaus respaldada por la Comunidad de Madrid.
Además, la envolvente resulta especialmente eficaz en proyectos de rehabilitación de fachadas de edificios antiguos, una solución compatible con ayudas y subvenciones en España.
Un puente térmico (PT) es una zona de la envolvente donde se produce una discontinuidad del aislamiento, lo que permite la transferencia de calor hacia el exterior en invierno o hacia el interior en verano. Estos ocurren sobre todo en los encuentros entre muros, forjados, cubiertas y elementos estructurales, así como en detalles como los marcos de las ventanas.
Desde la perspectiva Passivhaus, el tratamiento de los puentes térmicos no es opcional. Es una exigencia técnica. Deben evitarse y, cuando no sea posible, su impacto debe ser reducido drásticamente.
Algunas medidas recomendadas para evitar puentes térmicos son: colocar el aislamiento por fuera del edificio; evitar la conexión directa de balcones y voladizos con el interior; instalar las ventanas alineadas con la capa de aislamiento; usar materiales que no conduzcan el calor en las uniones entre elementos; mantener una envolvente continua sin interrupciones; y sellar bien todas las juntas.
La herramienta Passive House Planning Package, desarrollada por el Passivhaus Institut, permite identificar y calcular con precisión el efecto de los puentes térmicos en un diseño constructivo. Es además la base técnica que se utiliza para certificar edificios Passivhaus, con el análisis de la envolvente, las ventanas, la ventilación, el control solar y otras fuentes de consumo energético.
Las ventanas cumplen varias funciones dentro del estándar Passivhaus. Además de actuar como cerramientos traslúcidos, su uso suele estar condicionado por dos necesidades distintas: emplear la energía solar en climas fríos y evitar el sobrecalentamiento en épocas calurosas.
Las ventanas presentan un nivel de aislamiento menor que los cerramientos opacos, lo que obliga a optimizar marcos y acristalamientos con materiales de alta eficiencia; y exigen sistemas de control solar que favorecen las ganancias térmicas en invierno y reducen la entrada de calor en verano mediante celosías u otras soluciones pasivas.
Esto obliga al proyectista a equilibrar la selección de ventanas con diferentes materiales y capas —cada una con capacidades térmicas distintas— y, al mismo tiempo, a considerar con precisión su orientación, un factor clave al evaluar cómo incide la luz solar en el inmueble a lo largo del día y durante todas las estaciones.
En climas fríos ubicados en el hemisferio norte, por ejemplo, los acristalamientos deben orientarse hacia el sur para maximizar la exposición a la radiación solar durante el día. Estas ventanas, además, deben incorporar soluciones que reduzcan la pérdida de energía durante la noche.
La estanqueidad es esencial en el diseño de un edificio. Este término se refiere a la capacidad del inmueble para ser hermético, sin pérdidas de aire no controladas. El concepto clave aquí es ‘no controladas’.
Si el aire y, con él, el calor se escapan por rendijas y filtraciones no deseadas, el aislamiento térmico pierde su efectividad.
Además de controlar las filtraciones en las juntas entre diferentes materiales (como el encuentro entre ventanas y partes ciegas o los encuentros de los muros con forjados y cubiertas), es importante diseñar una de las capas de las envolventes con materiales herméticos.
El Instituto Passivhaus dispone de una base de componentes herméticos que incluye tableros estructurales como el Superpan H Tech P5 o Superpan Vapourstop, imprescindibles cuando se construye la estructura con entramado de madera.
Para asegurar que no haya pérdidas de aire, se realiza el test de hermeticidad con un ventilador (Blower-Door), una prueba indispensable para certificar una casa pasiva.
Todas las recomendaciones anteriores (la envolvente, las ventanas y la capa hermética) logran reducir la influencia de los factores externos sobre la temperatura interior de una Passivhaus, lo que mejora el confort térmico.
Sin embargo, surge la pregunta: ¿cómo se renueva el aire si todo está sellado? La respuesta es sencilla: mediante un sistema controlado de ventilación, diseñado para mantener el confort sin comprometer la eficiencia energética.
Esto se logra con conductos mecánicos de aire: unos extraen el aire viciado y otros introducen aire fresco en las estancias. Ambos flujos pasan por un intercambiador de calor, que transfiere la temperatura del aire interior viciado al aire exterior limpio, de modo que este entra ya templado en el interior, lo que reduce la necesidad de sistemas adicionales de calefacción.
Una Passivhaus permite ahorrar hasta un 90% en energía destinada a calefacción y refrigeración en comparación con los edificios convencionales, y más de un 75% en relación con las construcciones nuevas promedio, según Passivhaus Institut.
Según un estudio técnico, en una residencia zaragozana construida en 2019 bajo el estándar Passivhaus, con más de 140 m² y habitada por una familia con hijos, el gasto energético anual se mantuvo entre 776 y 904 euros incluso durante la crisis energética, frente a los cerca de 3.000 euros de una vivienda bioclimática comparable construida en 2006.
El análisis, presentado por el Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Zaragoza, y reportado por el diario El Heraldo, demuestra que el diseño Passivhaus genera un rendimiento energético significativamente mejor incluso en climas extremos como el de la capital aragonesa.
La vivienda estudiada mantuvo excelentes niveles de confort térmico, con temperaturas que en invierno no bajaron de 22 °C en las estancias del sur ni de 19,5 °C en los dormitorios del norte, sin calefacción.
Los datos obtenidos del estudio demuestran que el estándar Passivhaus genera un ahorro en calefacción bastante significativo, de manera verificable y reproducible.
La madera de pino termotratada Thermopine, que mejora hasta un 25% el aislamiento térmico de la madera maciza, es uno de los materiales más eficientes y sostenibles para el modelo Passivhaus, así lo señala la Plataforma de Edificación Passivhaus (PEP).
Expone PEP, en su artículo, que Thermopine cumple con las siguientes características:
Thermopine es nuestro producto estrella. Se destaca por su capacidad aislante mejorada, lo que lo convierte en la opción ideal para fachadas de madera en el estándar Passivhaus.
Además, aporta todas las características y prestaciones que reconoce la Plataforma de Educación Passivhaus: estética agradable, durabilidad, huella de carbono negativa, sostenibilidad y adaptabilidad.
Si quieres conocer más sobre las características de este producto completamente natural, puedes leer este artículo o contactarnos a través de este formulario.
En la era de mayor innovación, la madera vive su mejor momento. Entiende las claves.