El pino gallego representa una oportunidad para la creciente tendencia de orientar la construcción hacia un modelo sostenible. Así lo entienden tanto la Xunta de Galicia como empresarios locales que fomentan la producción y uso industrial de las coníferas.
El gran potencial de las coníferas ha llevado a la creación del certificado de calidad Pino de Galicia. Con esta marca, se trabaja para garantizar productos de madera con excelentes prestaciones y para darles mayor valor en el mercado.
El presente artículo profundiza en los valores de sostenibilidad asociados con el pino gallego, así como en sus características y aplicaciones para la construcción.
En general, la sostenibilidad de la construcción en madera se debe a tres factores: es un producto natural y renovable, tiene propiedades que incrementan la eficiencia energética de los edificios y posee una huella de carbono negativa.
Más allá de estas características favorables, hay otros beneficios a tener en cuenta sobre la madera con el sello Pino de Galicia:
Esta es una organización creada en 2019 cuyo propósito es el fomento del pino gallego. Su origen data de la firma de un convenio entre más de 50 entidades públicas y privadas para dinamizar y recuperar los montes de coníferas.
Actualmente trabaja en varias líneas estratégicas:
El trabajo de la organización, además de meritorio, pretende responder a la demanda cada vez mayor de madera de alta calidad. En el caso del pino gallego ha ocurrido un boom: los silvicultores pasaron de producir aproximadamente 500 mil plantas de coníferas en 2017 a cinco millones en 2020. Se pronostica, además, que se mantendrá esta tendencia de crecimiento.
La marca Pino de Galicia incluye las distintas especies de coníferas que se encuentran en el territorio de la comunidad autónoma. Las especies son las siguientes:
Pinus pinaster: es una variación que se ha adaptado al suelo y clima de Galicia. Ha sido la especie más utilizada y la más extendida en la comunidad autónoma. Se localiza principalmente en la parte sur de las provincias de Pontevedra, Ourense y en la costa de A Coruña.
Pinus sylvestris: es una variación de crecimiento más tardío y que aguanta las altitudes y temperaturas frías de los montes de la región. Se distribuye principalmente en cordilleras a partir de los 900 metros de altitud. Se halla en la parte sur de Lugo y en el interior de la provincia de Ourense.
Pinus radiata: proviene de Norteamérica y llegó a Galicia a principios del siglo XX. Se introdujo debido a que los turnos de corta son más rápidos. Cubre sobre todo la parte central de la provincia de Lugo.
El pino gallego tiene rasgos que le dan ventajas frente a otras especies de árboles utilizadas en la construcción. Según el arquitecto especialista en madera Juan José Otero, socio del estudio MOLArquitectura, estas son las ventajas del pino como material de construcción:
Otro factor relevante en la selección de madera de pino gallego para desarrollos inmobiliarios, especialmente en España, es su condición de material “kilómetro 0”.
Una madera de “kilómetro 0” es aquella proveniente de bosques cercanos que no ha tenido que ser trasladada entre países o entre continentes para su uso industrial.
La madera es, por excelencia, un material ecológico y recomendado para potenciar la arquitectura sostenible. Esto se debe a su reducido impacto ambiental en comparación con otras materias primas como el hormigón y al hecho de que la madera es un sumidero de carbono.
La huella de carbono negativa de la madera, sin embargo, se desvirtúa cuando los troncos o láminas han tenido que viajar largos trayectos.
«No tiene mucho sentido que pretendamos descarbonizar la arquitectura, es decir, tener una huella de carbono muy negativa y que después nos penalice el transporte. Veo mucho más lógico utilizar una madera local que otra de importación que, como decimos a veces en broma, huele a gasóleo», señaló el socio de MOLArquitectura.
¿Qué ámbito territorial es “kilómetro 0”? Para el pino gallego, ese ámbito es el de la península ibérica. Las madereras que trabajan con pinos en Galicia atienden todo el territorio nacional y ese transporte local es considerado “kilómetro 0” frente a las importaciones desde países del norte de Europa o de América.
Existen dos precauciones cuando se planifica un edificio con madera de pino: las dimensiones y la aplicación de tratamientos.
De acuerdo con el arquitecto Juan José Otero, la madera de pino suele poseer nudos que afectan su resistencia cuando las piezas superan ciertas medidas. Los límites que sugiere son los siguientes:
¿Tienen solución estos límites? Sí. Es posible mecanizar la pieza y solventar de forma efectiva esta deficiencia. Por ejemplo, se pueden usar uniones finger joint que permiten trabajar con láminas o bloques mucho más extensos.
Por otra parte, es fundamental resaltar la importancia de tratamientos previos al uso de la madera en el inmueble.
Si no se emplea madera termotratada o que haya recibido un tratamiento en autoclave, las áreas más expuestas se degradarán y envejecerán más rápido, con cambios de tonalidad y la aparición de manchas.
Durabilidad de la madera de pino: productos como Thermopine garantizan gran resistencia y durabilidad a la intemperie. Con una adecuada ventilación a través de los sistemas de anclaje, se consigue una garantía de 25 años de uso.
La madera de pino se utiliza para múltiples propósitos, pero en arquitectura encontramos dos usos principales: revestimientos verticales exteriores (fachadas) e interiores, y revestimientos horizontales (suelos y tarimas). También es factible implementar la madera de pino en estructuras por su excelente capacidad portante.
En Ourense se desarrolla la bodega de Viña Mein (MOLArquitectura) que utiliza paneles de CLT (madera contralaminada) con 50 centímetros de canto y con el sello Pino de Galicia. En este caso, los depósitos de vino se apoyarán sobre estas estructuras.
En dicha localidad, durante el verano, la temperatura exterior somete a la madera a más de 30°C y, en invierno, la temperatura se reduce drásticamente. Durante el año se alternan ciclos de lluvias con otros de sequía y soleamiento que la madera soporta con resiliencia.
En 2016 el estudio MOLArquitectura también apostó por el uso de travesías y perfiles de pino cuperizado para recuperar una escuela abandonada como centro vecinal en la población de Noallo de Abaixo, Ourense. Esta obra pública de una sola estancia polivalente está destinada a diversas actividades.
En el Gaming Center de Heretics, en Madrid, el equipo de diseño de MiniBau optó por la madera de pino gallego Thermopine para el suelo de la terraza.
En la fotografía se aprecia el toque elegante y orgánico que la madera otorga al espacio abierto del centro lúdico.
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